De Mansilla a León (19 km .)
Salió de Mansilla a las 7 y llegó a León a las 12.
La caminata es muy fácil, la hace casi sin darse cuenta. Es la primera vez que
llega tan temprano al destino del día. Lo agradece porque tendrá tiempo de
visitar esta gran ciudad. Durante el trayecto tuvo que abrigarse. El tiempo
estaba excelente; hacía sol y corría un ligero viento frío.
Se observa más verdor en la vegetación; campos de
girasoles inmensos; también maizales.
Antes de León cambió el perfil del terreno, con
una ligera pero prolongada subida. Luego el descenso, desde donde lo alto ya se
divisaba la ciudad.
Entró en ella por uno de sus puentes.
Recorrió una amplia avenida en busca del albergue
más propicio. Paró para mirar en el plano y descubrió que próximo al centro
estaba el albergue de Las Carbajalas. Le iría bien para la visita al casco
histórico.
El albergue estaba abarrotado.
Tuvo que esperar su turno. Una monja muy enérgica organizaba la recepción y lo
acompañó hasta su litera, junto a varios peregrinos más. Todos los hombres
juntos en un salón, mientras las mujeres las destinaba a otro.
Una
buena ducha y colocación de las pertenencias al lado de la litera de turno.
Sale a comer y se aposenta en
una terraza de la calle Ancha donde puede ver el trajín de la gente. Come el
menú del día como acostumbra. El camarero se retarda bastante, pero él tiene
toda la tarde, no hay prisas.
Pasa la tarde recorriendo las
calles de la ciudad y tomando fotografías.
En uno de los bares observa
una costumbre típica: se pide la bebida y no les pides tapa, porque te la
regalan.
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