martes, 1 de octubre de 2024

     La lucha por la vida es más intensa entre individuos y variedades de la misma especie. Cuando reflexionamos sobre esta lucha nos podemos consolar con la completa seguridad de que la guerra en la naturaleza no es incesante, que no se siente ningún miedo, que la muerte es generalmente rápida y que el vigoroso, el sano, el feliz, sobrevive y se multiplica.

(Charles Darwin)



lunes, 30 de septiembre de 2024


 

 30 de septiembre de 2024


    Hay ciento noventa y tres especies vivientes de simios y monos. Ciento noventa y dos de ellas están cubiertas de pelo. La excepción la constituye un mono desnudo que se ha puesto a sí mismo el nombre de Homo Sapiens. Esta rara y floreciente especie pasa una gran parte de su tiempo estudiando sus más altas motivaciones y una cantidad de tiempo igual ignorando concienzudamente las fundamentales.

(Desmond Morris)

    Actualmente, se pasa la mayor parte del tiempo atacándose entre ellos, sea físicamente o de palabras. ¿Alguna vez cambiará ésto?

martes, 5 de enero de 2021

lunes, 2 de diciembre de 2013

De Mansilla a León

De Mansilla a León (19 km.)

Salió de Mansilla a las 7 y llegó a León a las 12. La caminata es muy fácil, la hace casi sin darse cuenta. Es la primera vez que llega tan temprano al destino del día. Lo agradece porque tendrá tiempo de visitar esta gran ciudad. Durante el trayecto tuvo que abrigarse. El tiempo estaba excelente; hacía sol y corría un ligero viento frío.
   
Se observa más verdor en la vegetación; campos de girasoles inmensos; también maizales.

  Pasa por varias localidades, como Villamoros de Mansilla.
    

Antes de León cambió el perfil del terreno, con una ligera pero prolongada subida. Luego el descenso, desde donde lo alto ya se divisaba la ciudad.

Entró en ella por uno de sus puentes.

Recorrió una amplia avenida en busca del albergue más propicio. Paró para mirar en el plano y descubrió que próximo al centro estaba el albergue de Las Carbajalas. Le iría bien para la visita al casco histórico.

        El albergue estaba abarrotado. Tuvo que esperar su turno. Una monja muy enérgica organizaba la recepción y lo acompañó hasta su litera, junto a varios peregrinos más. Todos los hombres juntos en un salón, mientras las mujeres las destinaba a otro.

        Una buena ducha y colocación de las pertenencias al lado de la litera de turno.
        Sale a comer y se aposenta en una terraza de la calle Ancha donde puede ver el trajín de la gente. Come el menú del día como acostumbra. El camarero se retarda bastante, pero él tiene toda la tarde, no hay prisas.


        Pasa la tarde recorriendo las calles de la ciudad y tomando fotografías.
  

        En uno de los bares observa una costumbre típica: se pide la bebida y no les pides tapa, porque te la regalan.